Desarrollo y crecimiento económico, oportunidades y consecuencias de la pesca artesanal, valoración de servicios ecosistémicos más allá de la valoración económica y el rol de las Áreas Marinas Protegidas (AMP) en los conflictos, fueron algunos de los temas tratados en profundidad el tercer día de desarrollo de IMPAC 4, que comenzó con la discusión plenaria sobre Áreas Marinas Protegidas y Comunidades Costeras.
John Armor, Director de la Oficina Nacional de Santuarios Marinos del NOAA, Estados Unidos, y moderador del Panel de Apertura, abrió la exposición señalando que “no es posible construir muros y mantener a la gente fuera, sino más bien, se necesita un entendimiento común y compromiso genuino para que las personas vivan mejor”.
Armor agregó que el enfoque multifacético con el que trabaja esta agencia es lo que hace prevalecer las ideas de las comunidades. “El método considera un consejo consultivo que tiene integrantes desde los 18 a los 80 años, el cual está en permanente comunicación con la comunidad para identificar lo que es importante”. Enfatizó que la protección no es tanto para las actuales generaciones, sino para las que vienen, de ahí que trabajar con la juventud e involucrarlos es crítico para las áreas marinas protegidas.
Por su parte, Poki Tane Haoa, pescador y representante de Rapa Nui (Chile), centró su reflexión al respecto en el acuerdo recién logrado en Chile para crear un área marina costera protegida de múltiples usos en la isla, y el cual fue anunciado el pasado lunes 4 por el Ministerio de Medio Ambiente de Chile. Lo calificó de un gran paso, pero “solo el principio, pues se requiere de compromiso para seguir empujando el trabajo mediante acuerdos consensuados y no de imposiciones”.
Fue enfático en señalar que “estamos a tres mil kilómetros de distancia del continente, y creer en un Estado distante es complejo porque la administración de parte de las autoridades fue creando barreras y desconfianza de las comunidades. Pero no tenemos tiempo para una discusión política y por eso decidimos avanzar, pedirle a la gente que confíe y darles esperanza”. Señaló que el uso del conocimiento ancestral Rapa Nui debe complementarse con las nuevas tecnologías, a fin de contar con una efectiva fiscalización para un área protegida tan extensa de 700 mil kilómetros cuadrados.
Kalani Quiocho del NOAA en Hawái (EE.UU.), recordó las varias décadas que significó contar efectivamente con el área protegida marina de un millón y medio de kilómetros cuadrados, lo que significa un logro global, ya que “es una contribución a la conservación con implicancias para todo el planeta. Tenemos el derecho sobre nuestros propios recursos y el derecho a protegerlos”.
Dentro de su modelo de gestión destacó las diversas herramientas que utilizan, como las campañas educativas y los centros informativos. “Son territorios donde la gente no va porque son remotos, incluso nuestra propia gente no tiene la posibilidad de verlo. Lo que hicimos fue traer el lugar a la gente con museos y centros informativos, donde las imágenes reflejan nuestra riqueza natural y cultural. La gente logra hasta cierto punto vivir la experiencia de conectarse con estos espacios naturales”. Finalmente destacó la idea de que “hay que trabajar pensando en las futuras generaciones porque son ellos los que tendrán que vivir con las consecuencias de las acciones presentes. Ellos experimentarán lo que hemos dejado, de nuestras propias fallas, aprenderán. Hay que mirar atrás y continuar avanzando”, aseguró Quiocho.
Felipe Paredes, ex alcalde del Archipiélago de Juan Fernández (Chile), por su parte recordó el poblamiento de la isla que, a diferencia de otros territorios, no tenía población originaria y fue colonizado. “Somos la primera comunidad no originaria en autoimponerse medidas de gestión. Nuestra regla es acuerdo con sentido común y por eso decidimos no pescar mar adentro, porque teníamos suficiente con la pesca realizada en las 24 millas desde la orilla. La verdadera dificultad fue convencer a las autoridades y no al interior de la comunidad”.
Además Paredes hizo énfasis en que las principales amenazas actuales son el cambio climático y la contaminación en los océanos, y que el esfuerzo por proteger zonas marinas es realmente grande, especialmente si se tienen en cuenta los problemas de alimentación de la humanidad. “Tenemos la responsabilidad de contribuir y la recuperación de Juan Fernández es una esperanza para ello. Nuestro planeta nos está hablando. Todos somos isleños porque no podemos escapar de este planeta. Necesitamos sanarlo y el enfoque para ello deben ser las alianzas, partiendo por preguntar a las comunidades cómo es posible ayudarlas, son ellas las que mejor saben qué dirección deben tomar nuestras acciones”, finalizó.
Gustavo Cabrera del CCO-OMOA (Honduras), señaló que el mar estuvo sin protección tanto tiempo, que la comunidad no sabía cómo hacerlo. Relató el caso del Golfo de Honduras, compuesto por tres países (Belice, Guatemala, Honduras) y donde se hablan dos idiomas (español, inglés), con grandes problemas de conservación debido a la pesca ilegal y furtiva. “La veda no daba resultado. Se generaron mesas temáticas, una de ellas sobre pesquerías, se hicieron Foros de Pesca en todo el Golfo, a nivel nacional y regional, con participación de autoridades, ONG, pescadores, academia y se estableció el concepto de gobernanza, para la creación de una Zona de Restauración Pesquera. Ahí se acordó que dentro de la AMP habría un punto específico de semillero natural”. Enfatizó que se debe aprender haciendo, donde el conocimiento científico debe sumarse al local y puntualizó la importancia de las redes sociales actualmente, que han ayudado a generar conciencia, amplificando los esfuerzos de personas que día a día se arriesgan por estas causas.
Eventos paralelos
Paralelamente en el sector Ovo Beach frente al hotel se realizaron interesantes “eventos paralelos” como “Economía Circular y Empresas B” donde expusieron Thomas Kimber de Karün, que producen anteojos con materias primas naturales y renovables; Verónica de la Cerda, de la empresa TriCiclos especializada en reciclaje; y “Acción para la Conservación de los Océanos” donde expusieron, entre otros, el reconocido surfista nacional Ramón Navarro, miembro de la Fundación Punta de Lobos.
Desde las 18:30 de realiza la primera jornada del festival de cine “Cortos Frente al Mar”, un evento abierto a la comunidad que se desarrolla en el marco del IMPAC 4 y en la Playa de La Serena. Aquí se presentan diversas realizaciones audiovisuales inspiradas en el mar y sus protagonistas, entre ellas, una inspirada en el reconocido surfista chileno, Ramón Navarro.
El Programa de IMPAC 4 se reanuda a las 8:30 horas de este jueves 7 de septiembre con el plenario “Manejo Efectivo y Exitoso de Áreas Marinas Protegidas”. Participarán en la discusión Jon Tanzer de WWF, Jon Day de ARC (Center of Excellence for Coral Reef Studies de Australia), Aulani Wilhelm de Conservation International, Luz Angarita de Parques Nacionales de Colombia y Alain Barceló de PN Port Cros de Francia.
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